
Actualmente, la industria de los jugos tira hasta el 57% de la fruta que utiliza, lo que significa que miles de toneladas de este alimento se tiran a la basura cada año, contaminando el medio ambiente y produciendo gases. Este es exactamente uno de los problemas que enfrenta la empresa chilena de innovación Cáscara Foods desde 2017.
En concreto, esta empresa se encarga de transformar los restos de fruta que utilizan diversas empresas de zumos en un superalimento nutritivo a base de fibra de manzanas, fresas y frambuesas, aprovechando así los beneficios que se encuentran en la pulpa, la cáscara y las semillas, a partir de antioxidantes y vitaminas.
“Nos enfocamos en identificar industrias que generan residuos con alto potencial nutricional, que luego convertimos en nuevos productos a través de tecnología. Nuestro primer paso fue la industria de jugos, que cuenta con una alta presencia en Chile y cuyo residuo que es la pulpa de fruta contiene fibra, antioxidantes y vitaminas con grandes propiedades nutritivas” sostuvo Mateo Rubio, cofundador de Cáscara Foods.
El proceso que utiliza esta innovación nacional recibe el nombre de Upcycling o suprareciclaje, que significa el rescate de un recurso que de otra manera terminaría en la basura y que por medio de tecnologías, se convierte en un nuevo producto que puede incluso tener mayor valor que la misma materia prima rescatada.
Y es que el propósito de convertir el desperdicio de alimentos en nuevas alternativas para una nutrición completa que aporte a la salud de la ciudadanía ha recibido desde un comienzo una buena recepción por parte de las personas, más aún en tiempos de pandemia.
Lo anterior se corrobora con datos entregados, el Índice de Tetra Pak 2021, en el que se evidencia que los consumidores están prestando mayor atención a los ingredientes que comen, y hay más interés en leer las etiquetas de los alimentos, buscar consejos nutricionales, además de buscar ingredientes naturales, bajo contenido de grasa o azúcar, entre otros. En dicho estudio, dos tercios de los encuestados tienen la sensación de que “estar saludable es estar seguro”.